Grupos criminales que operan desde el interior de centros carcelarios en la entidad han obtenido ganancias a través de la extorsión telefónica por el orden de los 700 millones de pesos, durante los últimos tres años del 2015 al 2017, revelan cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).

Las extorsiones son consideradas como un delito sin rostro, debido a que la víctima por lo regular no conoce al delincuente. Esta práctica se ha vuelto común, debido a que los delincuentes obligan a su víctima a depositar fuertes cantidades de dinero en cuentas bancarias, bajo la presión que tienen secuestrado a un familiar o bien que algún pariente tiene problemas legales.

En Tabasco, el delito de extorsión creció en un 100 por ciento en el mes de junio, al registrarse 36 casos, contra 18 en mayo, ésto sumado a los meses de enero, febrero, marzo y abril del 2017, donde suman 160 casos de personas extorsionadas.

Mientras que en todo el 2016 se denunciaron 148 casos, y en el 2015 se cerró con 171 sucesos, que en total suman 479 delitos que fueron denunciados ante las agencias del Ministerio Público de Tabasco, por lo que se abrieron averiguaciones previas, y a partir de la entrada en vigor del Nuevo Sistema Penal, carpetas de investigación.

Piden rescates
Un secuestro virtual equivale a una 'extorsión'. Se hace a través de una llamada telefónica. El objetivo es "hacerle creer a la víctima que se le va a hacer un daño a una persona conocida, que generalmente son familiares, por lo que detrás de un teléfono el delincuente cambia el tono de voz, para hacer un drama", dijo Juan, un policía estatal.

El modo de operar, explicó el servidor público, es que solicitan una fuerte suma de dinero a familiares de la víctima por su rescate, y les dan instrucciones para que los depositen en una cuenta bancaria. Al final de cuenta todo resulta ser falso.

Este ilícito que tiene como objetivo obtener dinero rápido, se comete desde centros carcelarios, principalmente el Creset capitalino, que es que tiene el mayor número de reclusos. El 70 por ciento de las órdenes salen de los centros penitenciarios.

Engañan con premios
En ese sentido, la herramienta principal del individuo es el teléfono celular sin identificador, pues por lo regular son objetos robados, El extorsionador busca el dinero lo más pronto, para lo cual las cantidades suelen ser de 50 mil a 100 mil pesos.

Otra forma de estafar es bajo el engaño de que salieron beneficiados con algún crédito bancario, pero para poder hacerle efectivo el recurso les piden datos personales de la víctima para sacarle información.

Así también los obligan a comprar un chip telefónico para que les puedan hablar y les ordenan que se trasladen a ciertas plazas comerciales o se encierren en algún motel, mientras que con un tercero depositen la cantidad solicitada.

'Si daba 100 mil liberarían a mi hijo'.

JULIO BERNAL . VÍCTIMA DE FRAUDE.

"Recibí una llamada del número de un teléfono desconocido, y un sujeto me ordenó que depositara 100 mil pesos en una cuenta bancaria si quería ver a mi hijo libre, porque lo habían detenido en la aduana del aeropuerto de la capital del país con muchos dólares, y lo acusaban de contrabandear dinero americano", dijo Julio Bernal.

El maestro de educación primaria efectivamente tiene un hijo laborando en los Estados Unidos, por lo que creyó lo que le decía un supuesto jefe policíaco de la Federal Preventiva, debido a que en la bocina "me pasó a una persona llorando, desesperado, parecida a la de mi hijo, David Bernal".

De entrada -dijo-, que le conmovió escuchar a su hijo llorando, y le pidió que consiguiera el dinero que le pedía el oficial, para que no le decomisaran los dólares, porque los federales se lo querían decomisar, y dando la cantidad de 100 mil pesos lo dejarían libre y le darían el efectivo.

"Moví cielo y mar, sólo conseguí 50 mil, y cuando se volvieron a comunicar les ofrecí esa cantidad y la aceptaron, me dijeron que fuera a Elektra y me dieron un número en donde pagué, bajo la advertencia de guardar silencio porque me tenían vigilado".

Luego a la hora su hijo se comunicó con él para ver cómo estaban. Le preguntó si ya lo habían liberado los policías, y él sorprendido respondió que nunca había estado secuestrado, que se encontraba en su centro de trabajo y que el teléfono se lo quitan durante el tiempo de labores, porque en EU sí trabajan duramente en la agricultura.

Fue así que se enteró que le habían robado su dinero, que consiguió con sus amigos.

¿Ganaste un premio?… no sueltes tus datos.

Todo comienza con una llamada de un número que no le es familiar o no está en sus contactos. Su interlocutor le habla de manera familiar, o sea, le llama por su nombre. La persona al otro lado del teléfono se identifica como empleado del "Comité de Premiación".

Como paso siguiente le comenta que por haber usado determinada tarjeta de crédito o débito, usted ganó un premio: Una cámara digital, un reproductor MP3, un reproductor de DVD, un viaje, una estancia en un hotel o un monedero electrónico.

Le dicen que el premio solamente lo puede recoger hoy o a más tardar mañana. La hora a la que debe acudir generalmente es por la tarde. La persona que le comunica esa noticia le da un folio y le proporcionan un número telefónico distinto del que le están llamando, por si usted olvida el mentado folio que le sirve para recoger su premio. Lo citan en unas oficinas, un hotel, o un restaurante.

Por último le piden llevar consigo su identificación personal y la tarjeta de crédito o débito, para corroborar que es usted el afortunado ganador.

¿Le ha pasado? Lamentablemente si su respuesta es afirmativa, es usted víctima de un fraude con tarjetas de crédito.

Denuncias de miles de ciudadanos a través de la web refieren que quienes comunican la noticia del premio a los usuarios de tarjetas dicen pertenecer a Grupo Viva México, Puntos Premia, Conoce México o a Corporativo BM.

Las denuncias provienen a lo largo y ancho del territorio nacional.

En México existe una normatividad para el manejo de bancos de datos, precisamente para evitar los abusos de empresas que almacenan información. Con dicha ley, los usuarios pueden proteger su privacidad y negarse a proporcionar datos que no son necesarios. También se puede rectificar o eliminar datos que el usuario ya ha proporcionado. Y muy importante, se puede castigar a quien recabe o transfiera datos personales sin el consentimiento del titular.

(De la redacción)