A la hora de elegir una sartén para tu cocina es importante ver el tamaño, los usos que le darás, los materiales que están disponibles, y por último, que sean de fácil agarre.
Si quieres algo más práctico para tu bolsillo, busca uno que sirva para cocinar, y al mismo tiempo, para freír.
SEGÚN SU USO
»» 1. Para saltear. Borde alto y ligeramente acampanado, de mango largo y tapa; un ejemplo es el wok, ideal para hacer vegetales al vapor.
»» 2. Al grill. Debe ser de hierro y rectangular o cuadrada. No hay necesidad de poner aceite para cocer los alimentos.
»» 3. Para freír. Escoge de bordes no tan bajos, que sea antideslizante y con ondas para que se distribuya el calor de manera uniforme.
»» 4. Para crepas. Debe ser ultraplana, casi sin bordes, y debe llevar un revestimiento antiadherente para poder voltear las crepas, y que no se peguen.
TIPOS:
»» Acero inoxidable: La base de la sartén es más gruesa, por ello distribuyen el calor de manera uniforme. Alcanzan temperaturas altas rápidamente, pero su precio es alto, si no está muy caliente la comida puede pegarse.
»» Aluminio: Son muy livianos, baratos y rápidos para cocinar, pero dejan residuos de óxido de aluminio en la comida.
»» Cerámica: Están libres de metales pesados y los alimentos no suelen pegarse, son fáciles de limpiar y en algunas marcas se puede flamear. Vienen en colores muy modernos.
»» Hierro fundido: Respetan el sabor de los alimentos, son ideales para saltear y freír, y tiene una extensa durabilidad. El hierro pasa a los alimentos, pero se dice que es beneficioso, ya que aporta este nutriente.
