Atrás quedó la mujer que esperaba en casa a su esposo e hijos con un delantal, y se pasaba el día sólo limpiando y cocinando. En pleno siglo XXI es mucho más sencillo ser una Súper Mamá ¿y cómo lo sabemos? Ya en tu clóset tienes la capa; está junto al traje de ejecutiva.
CONSEJOS:
»» Madruga. Cuando te despiertas temprano el día rinde más, y te da tiempo de preparar el desayuno y comer con tus hijos.
»» Tecnología salvavidas. Si eres de esas ejecutivas que viaja mucho, las tabletas y laptops son ya una extensión de tus brazos. Además de ser fáciles de trasladar te permitirán conversar cara a cara con tus hijos a través de Skype.
»» Mensajes claros. ¿Trabajas desde casa? Explica a tus hijos que no deben interrumpir tus labores.
»» Organízate. Haz una lista de tus asignaciones diarias y pendientes. Así no se te olvidará nada. No te descuides… La planificación es otra de las habilidades esenciales para ser una Súper Mamá.
Arréglate tú misma o aparta tiempo para ir a la peluquería. Muchos salones de belleza abren desde las 6:00 am.
»» Lánzate. Para ascender en tu trabajo, además de preparación, necesitas pasión. No temas darle un toque personal a todo.
»» Date un respiro. Al final del día ve una película con tus hijos o ayúdalos con sus tareas. Luego, date un baño relajante y descansa.
Parte de ser una Súper Mamá es sentirse bien y tener las fuerzas y alegría necesarias.
»» Tiempo perfecto. Esfuérzate al máximo durante la semana para que los sábados y domingos compartas con tu familia.
¿SABÍAS QUE… si haces una lista de tus asignaciones diarias no se te olvidará ni descuidarás nada?
