Contrario a lo que se piensa y lejos de que sea un asunto superficial, el sexo puede ser una de las actividades más edificantes para retomar la cotidianidad y, sobre todo, reforzar el cariño con la persona que amamos y quien también vivió una terrible experiencia como lo puede ser un sismo.
Insomnio, tristeza, temor, desconcentración e irritabilidad seguro están frenando tu rutina, incluyendo improductividad laboral y, por lógica, cero apetito sexual.
“¿Quién va a pensar en eso?”, dirían muchos de los que, si bien no perdieron a un ser querido o sus bienes, padecen el llamado estrés post-traumático. Además, quieres estar prevenida ante cualquier contingencia y hasta desearías que ir al baño y ducharte no estuvieran en tus planes diarios. Y si estás en la cama, que sea con la mayor cantidad de ropa posible.
Pero las necesidades son imperiosas y no podemos desistir de ellas. ¿Por qué no incluir el sexo en las actividades habituales? Recuerda que mientras más integrada estés en la vida que tenías antes del momento traumático, ese desagradable estado psicológico dará tregua más pronto.
Entre los testimonios recabados, uno de ellos confesó que al siguiente día del sismo en México, “lo hablamos ella y yo, y concluimos que el miedo a perdernos acrecentó el deseo”.
Aunque a unos les tomó más días tener relaciones (y otros ni han pensado en ello), hicieron el amor con más pasión y cariño que en otras ocasiones.
¿Por qué reactivar el deseo sexual en tiempos difíciles?
Besos y abrazos
Estos hermosos gestos detonan oxitocina, la hormona del apego, y liberan dopamina, que nos llena de optimismo, además de que reducen la ansiedad y el miedo.
Desnudez y cercanía
Sentirse piel con piel hará que olviden cualquier desavenencia y sólo se concentrarán en ambos, en saberse vivos y juntos.
Pasión y mucho sudor
Sin duda, es un ejercicio infalible para liberar la tensión. Además, dormirán mejor. Después de haberlo hecho con la emoción a flor de piel, se habrán conocido de otra manera y, al día siguiente, despertarán con un increíble sentimiento de fuerza y unión. Algo que todos necesitamos en estos tiempos difíciles.
